Mariano José de Larra – Estilo y vigencia

enero 28, 2010

Mariano José de Larra (1809-1837), autor situado en un contexto económico y político-social gris, es considerado el padre del periodismo moderno y el periodista más importante de los siglos XIX y XX. Su estilo es esencialmente crítico y en él destaca el uso de la sátira y de la ironía. Heredó de sus antecesores, Juan de Mena, Quevedo, Cadalso y Jovellanos, ese espíritu crítico, disconforme, renovador y reformista que se proyecta en las generaciones literarias del 98, del 36 y del 50. Larra expresa a través de sus textos sus ansias de libertad, su angustia, sus deseos de progreso de la sociedad. A pesar de que era el autor mejor pagado de su tiempo, se muestra fundamentalmente pesimista. Larra encarna un eslabón muy importante para el periodismo de opinión. Fue famoso por frases como Vuelva usted mañana.

Larra destaca por su gran empleo de la sátira, género que se caracteriza por censurar por medio de un tono agrio o poner en ridículo a alguien o algo. Cuando escribió El Castellano Viejo haciendo de Don Braulio, demuestra su patriotismo pero por otra parte le decepciona todo lo que ve. Digamos que plasma el amor por lo que no le gusta de España. Lo que sobresale de sus escritos es el atraso del país. «Batuecas es a España lo que España es a Europa”. Otra acusación es su pesimismo en el terreno político porque nunca está de acuerdo con los que están en el poder y le fastidia que la gente critique a su país pero no hace nada por mejorarlo.

También empleó abundantemente la ironía, burla fina y disimulada, y la propulsó en los géneros periodísticos a través de los medios de comunicación. En la censura, se produjo el tormento y el triunfo de Larra porque las libertades estaban muy limitadas pero él se las arreglaba para mostrar sus ideas entre línea y línea. Lo que no se puede decir, no se debe decir es un ejemplo de artículo en el que, intentando dar a entender que no lo pretende, no para de criticar a la censura. A su vez, critica a sus compatriotas para disimular su propia falta de cultura.

En cuanto a la vigencia de Larra, el año pasado mismo, 2009 se conmemoró el bicentenario de su nacimiento el 24 de marzo. Acudieron el heredero de la corona, Felipe de Borbón, que ejerció de presidente de honor; su esposa, el ministro de Cultura, César Antonio Molina, el descendiente del escritor, Jesús Miranda, el comité organizador de los actos y los miembros del Ateneo de Madrid. El ayuntamiento de Ávila también participó organizando una exposición y una mesa redonda, así como un congreso. La conclusión de dicha mesa redonda fue que Larra sigue teniendo un lugar muy importante en la actualidad y que destacó su faceta política, su papel de crítico y reformador teatral, y su papel como periodista.

Jesús Miranda, descendiente de Larra, afirmó antes de entrar al Ateneo que si Larra hubiese vivido hoy no se habría suicidado porque era un hombre que se consideraba fuera de su tiempo. Sus artículos se consideran de gran calidad narrativa y en varios de ellos da la sensación de que en los últimos 200 años apenas ha cambiado nada.  En un artículo de Ricardo Senabre publicado en elcultural.es, dice que la única fórmula para saber por qué un escritor se convierte en clásico es únicamente con el paso de los años y que puedan ofrecernos la perspectiva suficiente para apreciar los caminos que el escritor abrió, los motivos y recursos que sirvieron posteriormente a otros autores.

En conclusión, estamos ante uno de los escritores que con más fuerza pusieron su pluma al servicio del periodismo y del país.


Quentin Tarantino

enero 27, 2010

Quentin Tarantino nació en Knoxville, Tennessee, en el año 1963. A la edad de dos años se trasladó con su madre soltera al sur de Los Ángeles, concretamente a South Bay, un barrio de la ciudad de Torrance caracterizado por habitantes de muchas y distintas procedencias, lo que le influyó fuertemente en el panorama fílmico y en las culturas populares. Negros y blancos se mezclaban por igual. Allí vivió hasta los doce años.

Uno de los tipos de película que más le influyeron y que vio interesadamente durante su pubertad fueron las de artes marciales, que seguían saliendo en los barrios negros a pesar de que la pasión por el kung fu se hubiera trasladado a otros lugares.

A la edad de 17 años, Tarantino dejó sus estudios para dar clases de interpretación mientras que sobrevivía trabajando esporádicamente. Cinco años después y con unos elevados conocimientos de películas antiguas, Video Archives, situado en Manhattan Beach, se convirtió prácticamente en su segundo hogar. Lo transformó en una escuela de cine con la ayuda de Roger Avery y Jerry Martínez. Su objetivo era realizar escenas prácticas para sus clases de interpretación.

Estuvo trabajando con sus amigos un tiempo para posteriormente dedicarse durante años a escribir e intentar debutar como director con dos guiones. Sentía que tenía verdaderas complicaciones para escribir lo que sería una “película de verdad” y darla a conocer pero en 1991 terminó Reservoir Dogs, un guión basado en diálogos de un solo plató que cuenta la historia de un atraco a mano armada en la que el robo tiene lugar fuera de la pantalla. Su intención era un proyecto de lo más minimalista de 16 mm y cuyos actores serían sus compañeros de Video Archives.

Sin embargo, un famoso productor, Lawrence Bender, quedó fascinado al leer el guión y le pidió a Tarantino el plazo de un mes para tratar de transformarla en una “película de verdad”. Para ello, traspasó el guión al actor Harvey Keitel, quien se ilusionó con la historia consiguiendo llamar la atención de otros actores. Finalmente, se logró obtener una buena financiación para el proceso de producción. En menos de un mes se rodó Reservoir Dogs en Los Ángeles, de la mano de Michael Madsen, Steve Buscemi, Tim Roth, Lawrence Tierney, Chris Penn y el propio Tarantino, además de Keitel.

Fue todo un éxito, primero en el Festival de Cine de Sundance y después en todo el mundo, que puso a Tarantino de moda. Sus dos guiones anteriores, True Romance (Amor a quemarropa, 1992, dirigida por Tony Scott) y Natural Born Killers (Asesinos natos, 1993, reescrita y dirigida por Oliver Stone), se vendieron enseguida.

En 1994 creó Pulp Fiction, un film ficticio con John Travolta y Uma Thurman como actores principales. Tres años después, Tarantino escribió y dirigió Jackie Brown,  una película policíaca inspirada en la novela Rum Punch, de Elmore Leonard. Pam Grier tenía el papel principal, por el cual estuvo nominada a los premios SAG y a los globos de Oro. Robert Foster fue el coprotagonista, y estuvo nominado al Premio por Mejor Actor Secundario.

Otros famosos actores que participaron en esta película fueron Samuel L. Jackson, también nominado para un Globo de Oro; Robert De Niro, Bridget Fonda y Michael Keaton.

En realidad, Tarantino tenía como principal objetivo profesional ser actor, por lo que ha estado interpretando papeles tanto en sus propias películas como en las de otros, como en Jackie Brown, Reservoir Dogs, Pulp Fiction, The Man From Hollywood, Four Rooms, Abierto hasta el amanecer, Destiny Turns on the Radio y Girl 6 de Spike Lee.

El último filme que ha salido a la luz en agosto de 2009 es Inglorious Bastards, una película ambientada en la guerra y en la época nazi, cuyo guión fue duramente escrito durante los cuatro años que pasaron entre el estreno de Jackie Brown y la producción de Kill Bill.

Respecto a sus cargos y ejerciendo a menudo varias funciones fílmicas a la vez, ha sido productor de 16 películas, director de fotografía de una (Grindhouse, Death Proof), director de 12, guionista de 15 y actor en 21.

Finalmente, en cuanto a premios fue candidato a un Premio Oscar y a un BAFTA por mejor director y mejor guión en 1994 y en 1995 por Pulp Fiction y obtuvo un Premio Oscar, un BAFTA  y una Palma de Oro al mejor guión original por dicha película. También ha sido candidato a mejor director y a mejor guión por Inglorious Bastards.